Mucho se ha hablado de las distintas actividades sociales que ha hecho nuestro equipo. Donaciones de arroz y frijoles, de cuadernos, de taquillas completas para distintas instituciones.
También se ha conocido la versión de la institución y de las organizaciones que se han visto beneficiadas por estas acciones, pero, en nuestra última actividad nos dimos cuenta que existen terceras personas dentro de esto, y que no sólo queda huella en los que reciben, sino también en los que se han vuelto actores de este servicio social: los jugadores y jugadoras.
Cada vez que se realiza una de estas actividades, se les pide ayuda a quienes son prácticamente la cara del club. Los niños y niñas, e incluso los adultos, se emocionan al verlos y al mencionarles que se trata de futbolistas profesionales, pero, dentro de ellos también existe gran emoción y sobre todo gratitud por lo que están haciendo.
“Estas acciones tienen diferentes niveles de impacto. A nivel social, creamos un sentimiento de pertenencia con la comunidad. A nivel personal, nos hace conscientes del privilegio que tenemos para impactar diferentes sectores sociales y de poder aportar más allá del fútbol. En ambas partes, contiene un sentido de gratitud”, comentó Dennis Castillo, jugador de Sporting FC.
Y es que el equipo siempre se ha caracterizado por sus prácticas sociales, solo que ahora son más vistas por la exposición que tiene el equipo, al ser parte de la Primera División del fútbol nacional.
“Recuerdo que cuando estábamos en la Liga de Ascenso, en ocasiones se colaborada con canastas de comestible a ciertas personas de acá de la localidad, es algo que siempre como equipo se ha hecho y es muy valioso para ambas partes, la comunidad se beneficia en necesidades básicas, con comida, con útiles escolares, pero, en esa ayuda también ganamos nosotros, no porque vamos a recoger las buenas acciones que hacemos, sino porque se genera una relación estrecha con esas personas beneficiadas. A mí, como jugador, me da satisfacción ver que de una u otra forma se genera un ejemplo para las generaciones menores”, detalló Bryan Vega, quién es jugador de nuestro equipo desde que se peleaba por un puesto en la máxima categoría.
Al final, no se trata de brillar o de sobresalir en cuantas acciones sociales se realicen, es dejar un ejemplo en cada persona que pase por nuestra institución, dejar huella con el valor de la solidaridad y en el hecho de que muchas veces con lo que menos pensamos, podemos ser de ayuda para los demás.
