Más allá de lo jugadores, de los directivos, las empresas patrocinadoras que se promocionan en los partidos, el fútbol es de los aficionados y para los aficionados.
Llegar a un estadio es sinónimo de emoción, pero muchas veces también lo ha sido de miedo, por lo que vaya a suceder dentro del reducto mientras se desarrolla el juego o incluso a la salida del mismo.
Por mucho tiempo, la pelota se ha manchado con peleas entre aficionados, e incluso en el mismo terreno de juego, pero hay algo con lo que nos hemos comprometido en Sporting FC, y es que cada persona que llegue al Ernesto Rohrmoser viva una experiencia divertida, llena de mucho respeto.
El sábado anterior, en el encuentro entre nuestro equipo y el Club Sport Cartaginés, tuvimos un acercamiento con “Fuerza Azul”, la barra del equipo brumoso, quienes ingresaron al estadio, incluso con bombos, y que compartieron gradería con nuestro grupo de apoyo.
“Esto marca un precedente y demostramos que si se puede. Yo desearía llegar así a Heredia, Alajuela y Tibás, y que las demás barras lleguen así al Fello y que la única pelea que haya en la grada, sea viendo a ver cuál es la que alienta más, el que hace la mejor salida, el que lleva más gente a la cancha”, comentó Jean Franco Aguilar, integrante de Fuerza Azul.
En el medio tiempo del encuentro se dio algo inusual, los cartagineses cruzaron la gradería de lado a lado para ser recibidos por el grupo de apoyo albinegro, quienes les dieron la bienvenida diciendo “esta también es su casa”.
Al final de todo, esto es lo que gana y lo que importa, las nuevas generaciones deben ver que el fútbol se vive con pasión sin importar el equipo al que se apoye.
“Me parece algo muy positivo para el barrismo costarricense, todos los grupos de apoyo debemos limpiarnos la cara por situaciones que han pasado años atrás. Ojalá que los dirigentes vean el lado positivo de nuestra labor, que va más allá de alentar los 90 minutos”
