A los 13 años, muchos y muchas están enfocados en los estudios y sueñan con llegar a ser profesionales en diferentes carreras. Lucía Paniagua, rompe el esquema y con esa edad, cumple con ambas: es estudiante y jugadora de Primera División.
Su llegada al equipo no fue hace mucho, comenzó con el alto rendimiento en febrero del presente año y su buen desempeño la llevó a los entrenamientos con la máxima categoría femenina para convertirse en la jugadora más joven en debutar en el fútbol nacional.
Los días de la joven albinegra consisten en viajar desde Grecia, la mayor parte del tiempo con su padre, para cumplir con los entrenamientos, y luego de ellos, volver a su ciudad natal para asistir al colegio. Por las tardes pone al día las primeras materias del día, pues mientras viaja de Rohrmoser al cantón griego pierde algunas.
“Al principio me costó, pero,ya me acostumbre y la verdad entrenar siempre ha sido una felicidad para mí. Hay veces que sí es más complicado pero por ahora todo va bastante bien. Me siento bien y muy contenta de tener la oportunidad a mi corta edad de compartir camerino con jugadoras tan experimentadas y trato de seguir su ejemplo” comentó la jugadora.
Desde muy pequeña Lucía comenzó a practicar el fútbol y el impulso de una familia muy futbolera la motivó todavía más, a pesar de que ningún pariente ha tenido historia dentro de las canchas.
La delantera, que también ha sido parte de las convocatorias en categorías menores de la Selección Nacional, ahora se prepara para jugar su segundo torneo en la Primera División Femenina, vestida de blanco y negro una vez más.
“Es un orgullo pertenecer a un club, que a pesar de ser relativamente nuevo, es súper profesional, porque se preocupan por muchos aspectos de las jugadoras. Y que además en los últimos dos torneos ya ha disputado dos finales nacionales y campeonas de la supercopa”, concluyó.
